Sus preguntas
Nuestras respuestas
Existe un signo externo: una fuga de aceite en el cuerpo del amortiguador. Si está grasiento y pegajoso, hay una probabilidad muy alta de que esté dañado.
Sin embargo, el desgaste normal de un amortiguador también se evidencia por el comportamiento del vehículo. Cuando los amortiguadores están en mal estado provocan: el ondeo del vehículo en las curvas rápidas, la prolongación de la trayectoria en los giros, una elevación importante de la parte delantera del vehículo al acelerar (especialmente cuando va cargado), un hundimiento muy pronunciado de la parte delantera al frenar y la prolongación de la distancia de desaceleración, un desgaste anormal de los neumáticos, la pérdida de contacto de las ruedas con el suelo en los giros, chasquidos al pasar por badenes o lomos de burro, sensibilidad al viento lateral, vibraciones en el volante y una degradación del paralelismo. Cada uno de estos síntomas es una señal de alerta que no se debe tomar a la ligera. Traiga cuanto antes su vehículo a nuestra red para realizar la revisión de los amortiguadores y del sistema de suspensión.
Es muy probable que las luces de su vehículo deslumbren o encandilen a los usuarios que circulan en sentido contrario debido a un reglaje inadecuado de la altura del haz de luz (demasiado alto). El reglaje de los faros un grado por encima de lo recomendado multiplica por 20 el riesgo de deslumbramiento. Cuando circule con el vehículo cargado, utilice el mando de reglaje del haz de luz (si el vehículo va equipado con ello). Por el contrario, si la altura del haz de luz es demasiado baja, se reducirá la superficie iluminada. El reglaje de los faros un grado por debajo de lo recomendado reduce 30 metros la visibilidad. Contacte con un profesional para revisar con frecuencia el alumbrado de su vehículo.
Es muy probable. Se trata de los síntomas típicos que indican que los amortiguadores no están cumpliendo su función correctamente. Elementos esenciales del sistema de suspensión, los amortiguadores permiten evitar los rebotes y absorben los «movimientos de la carrocería», es decir, todos los movimientos que experimenta el vehículo al acelerar, frenar o cambiar de dirección. Al acelerar, se produce una transferencia de masa hacia la parte trasera del vehículo. Al frenar, sucede lo contrario: el vehículo ejerce una presión de apoyo importante sobre el tren delantero; es lo que denominamos hundimiento. Al girar, el vehículo ejerce una fuerza importante sobre uno de los lados; decimos que realiza un movimiento de balanceo. En todos los casos, la función de los amortiguadores es absorber estos movimientos y evitar una compresión excesiva, lo que podría provocar un comportamiento peligroso, por ejemplo, la prolongación de la trayectoria en los giros. Con el uso, su eficacia disminuye, y los movimientos del vehículo adquieren amplitud, lo que provoca una degradación importante de la adherencia a la calzada y una disminución de la seguridad.
El circuito de climatización es bastante complejo, y sus diferentes elementos constitutivos, especialmente los manguitos, los conductos y las tuberías, en ocasiones pueden presentar fugas de gas de refrigeración. Este fallo puede provocar una mala refrigeración del aire o un retraso en la llegada del caudal de aire frío al habitáculo una vez se activa la climatización. Se recomienda realizar un balance del sistema como mínimo cada 2 años
Los datos grabados en los neumáticos contienen mucha información: además de la marca y el modelo del neumático, existen varios datos cifrados, como «195/65 R 15», seguido de una cifra y una letra, por ejemplo 91 H. La primera cifra, 195, indica el ancho del neumático en milímetros.
La segunda, 65, corresponde a la relación entre la altura del flanco y el ancho del neumático. Se trata de un porcentaje, en este caso un 65 %.
R indica el tipo de estructura que, en este ejemplo, es radial. La cifra 15 indica el diámetro de la llanta en pulgadas sobre la que debe adaptarse el neumático. El número 91 corresponde al índice de carga, es decir, a un peso determinado. Esta cifra significa que el neumático podrá soportar hasta 615 kilos de carga a su presión máxima. Por último, la letra H corresponde al índice de velocidad máxima para la que el neumático ha sido diseñado a su carga máxima. Aquí, H significa 210 km/h. Cabe mencionar también que los neumáticos pueden ser unidireccionales, es decir, que la forma de su dibujo, a veces asimétrica, no permite intercambiarlos.
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Existe un signo externo: una fuga de aceite en el cuerpo del amortiguador. Si está grasiento y pegajoso, hay una probabilidad muy alta de que esté dañado.
Sin embargo, el desgaste normal de un amortiguador también se evidencia por el comportamiento del vehículo. Cuando los amortiguadores están en mal estado provocan: el ondeo del vehículo en las curvas rápidas, la prolongación de la trayectoria en los giros, una elevación importante de la parte delantera del vehículo al acelerar (especialmente cuando va cargado), un hundimiento muy pronunciado de la parte delantera al frenar y la prolongación de la distancia de desaceleración, un desgaste anormal de los neumáticos, la pérdida de contacto de las ruedas con el suelo en los giros, chasquidos al pasar por badenes o lomos de burro, sensibilidad al viento lateral, vibraciones en el volante y una degradación del paralelismo. Cada uno de estos síntomas es una señal de alerta que no se debe tomar a la ligera. Traiga cuanto antes su vehículo a nuestra red para realizar la revisión de los amortiguadores y del sistema de suspensión.
Es muy probable que las luces de su vehículo deslumbren o encandilen a los usuarios que circulan en sentido contrario debido a un reglaje inadecuado de la altura del haz de luz (demasiado alto). El reglaje de los faros un grado por encima de lo recomendado multiplica por 20 el riesgo de deslumbramiento. Cuando circule con el vehículo cargado, utilice el mando de reglaje del haz de luz (si el vehículo va equipado con ello). Por el contrario, si la altura del haz de luz es demasiado baja, se reducirá la superficie iluminada. El reglaje de los faros un grado por debajo de lo recomendado reduce 30 metros la visibilidad. Contacte con un profesional para revisar con frecuencia el alumbrado de su vehículo.
Es muy probable. Se trata de los síntomas típicos que indican que los amortiguadores no están cumpliendo su función correctamente. Elementos esenciales del sistema de suspensión, los amortiguadores permiten evitar los rebotes y absorben los «movimientos de la carrocería», es decir, todos los movimientos que experimenta el vehículo al acelerar, frenar o cambiar de dirección. Al acelerar, se produce una transferencia de masa hacia la parte trasera del vehículo. Al frenar, sucede lo contrario: el vehículo ejerce una presión de apoyo importante sobre el tren delantero; es lo que denominamos hundimiento. Al girar, el vehículo ejerce una fuerza importante sobre uno de los lados; decimos que realiza un movimiento de balanceo. En todos los casos, la función de los amortiguadores es absorber estos movimientos y evitar una compresión excesiva, lo que podría provocar un comportamiento peligroso, por ejemplo, la prolongación de la trayectoria en los giros. Con el uso, su eficacia disminuye, y los movimientos del vehículo adquieren amplitud, lo que provoca una degradación importante de la adherencia a la calzada y una disminución de la seguridad.
El circuito de climatización es bastante complejo, y sus diferentes elementos constitutivos, especialmente los manguitos, los conductos y las tuberías, en ocasiones pueden presentar fugas de gas de refrigeración. Este fallo puede provocar una mala refrigeración del aire o un retraso en la llegada del caudal de aire frío al habitáculo una vez se activa la climatización. Se recomienda realizar un balance del sistema como mínimo cada 2 años
Los datos grabados en los neumáticos contienen mucha información: además de la marca y el modelo del neumático, existen varios datos cifrados, como «195/65 R 15», seguido de una cifra y una letra, por ejemplo 91 H. La primera cifra, 195, indica el ancho del neumático en milímetros.
La segunda, 65, corresponde a la relación entre la altura del flanco y el ancho del neumático. Se trata de un porcentaje, en este caso un 65 %.
R indica el tipo de estructura que, en este ejemplo, es radial. La cifra 15 indica el diámetro de la llanta en pulgadas sobre la que debe adaptarse el neumático. El número 91 corresponde al índice de carga, es decir, a un peso determinado. Esta cifra significa que el neumático podrá soportar hasta 615 kilos de carga a su presión máxima. Por último, la letra H corresponde al índice de velocidad máxima para la que el neumático ha sido diseñado a su carga máxima. Aquí, H significa 210 km/h. Cabe mencionar también que los neumáticos pueden ser unidireccionales, es decir, que la forma de su dibujo, a veces asimétrica, no permite intercambiarlos.