Sus preguntas
Nuestras respuestas
¡Sin ningún problema! Efectivamente, los modelos más recientes son más complejos puesto que van equipados con la última tecnología, sofisticada y a menudo gestionada electrónicamente. En Eurorepar Car Service, el personal calificado recibe formación relativa a estas nuevas tecnologías con asiduidad. Además, los útiles de diagnosis y los métodos de revisión y reparación se actualizan con gran frecuencia. En caso de avería compleja, el apoyo de una asistencia técnica multimarca competente permite obtener un resultado favorable.
El motor es una máquina compleja compuesta por un gran número de piezas en constante movimiento. La mayoría de los elementos que lo constituyen son metálicos, y algunos de ellos rozan unos con otros. Un ejemplo claro es el de los pistones y los cilindros. El pistón, que es un elemento móvil, sube y baja por el cilindro rozando su pared, cubierta por una película de aceite. Sin el aceite, el movimiento y la estanqueidad no serían posibles. El aceite, que permite el «deslizamiento» de las piezas, se carga de micropartículas metálicas con el paso del tiempo. Por este motivo, la película de aceite se quema y se evacúa constantemente a través del escape. Se trata una cantidad ínfima que, después de miles de kilómetros, puede convertirse en decenas de centilitros.
Cada neumático opone una resistencia a la rodadura que varía en función de su tamaño y, en particular, del perfil del dibujo y el ancho de la banda de rodadura. Cuando un neumático está desinflado, la reducción de la presión provoca un efecto de compresión que «aplasta» el neumático contra la calzada, aumentando así la superficie en contacto con el suelo; al que igual que ocurriría si aplastásemos un balón contra una superficie. Esta mayor superficie de contacto requiere más energía para el desplazamiento, lo que hace trabajar más a la mecánica y provoca un mayor consumo, que puede suponer hasta un 20 % más.
No. El gas de refrigeración, utilizado en el circuito de climatización, se vuelve muy contaminante una vez entra en contacto con la atmósfera, contribuyendo al efecto invernadero y al calentamiento global. Frente a estos riesgos ecológicos, las normas relativas al mantenimiento del sistema de climatización se han endurecido, especialmente en lo relativo al reciclaje de los gases.
El antibloqueo de frenos, o ABS, es un elemento de seguridad importante que permite mantener el control del vehículo evitando el bloqueo de las ruedas, y por tanto, permitiéndoles conservar su poder direccional. Cuando las ruedas se bloquean, cualquier acción sobre el volante no surtirá efecto: el vehículo se «desliza» en línea recta, sobre todo en suelo mojado. Con el ABS, es posible evitar una colisión esquivando el obstáculo, incluso durante una frenada de emergencia. El ABS funciona a través de una central hidráulica gestionada electrónicamente que, en una frenada de emergencia, genera una presión intermitente mediante tirones rápidos; algo similar a una frenada por impulsos. El bloqueo seguido de una disminución de la presión en milisegundos permite a las ruedas frenar de manera eficaz mientras continúan girando: el poder direccional y la capacidad de frenada máxima se preservan y las ruedas no se bloquean.
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¡Sin ningún problema! Efectivamente, los modelos más recientes son más complejos puesto que van equipados con la última tecnología, sofisticada y a menudo gestionada electrónicamente. En Eurorepar Car Service, el personal calificado recibe formación relativa a estas nuevas tecnologías con asiduidad. Además, los útiles de diagnosis y los métodos de revisión y reparación se actualizan con gran frecuencia. En caso de avería compleja, el apoyo de una asistencia técnica multimarca competente permite obtener un resultado favorable.
El motor es una máquina compleja compuesta por un gran número de piezas en constante movimiento. La mayoría de los elementos que lo constituyen son metálicos, y algunos de ellos rozan unos con otros. Un ejemplo claro es el de los pistones y los cilindros. El pistón, que es un elemento móvil, sube y baja por el cilindro rozando su pared, cubierta por una película de aceite. Sin el aceite, el movimiento y la estanqueidad no serían posibles. El aceite, que permite el «deslizamiento» de las piezas, se carga de micropartículas metálicas con el paso del tiempo. Por este motivo, la película de aceite se quema y se evacúa constantemente a través del escape. Se trata una cantidad ínfima que, después de miles de kilómetros, puede convertirse en decenas de centilitros.
Cada neumático opone una resistencia a la rodadura que varía en función de su tamaño y, en particular, del perfil del dibujo y el ancho de la banda de rodadura. Cuando un neumático está desinflado, la reducción de la presión provoca un efecto de compresión que «aplasta» el neumático contra la calzada, aumentando así la superficie en contacto con el suelo; al que igual que ocurriría si aplastásemos un balón contra una superficie. Esta mayor superficie de contacto requiere más energía para el desplazamiento, lo que hace trabajar más a la mecánica y provoca un mayor consumo, que puede suponer hasta un 20 % más.
No. El gas de refrigeración, utilizado en el circuito de climatización, se vuelve muy contaminante una vez entra en contacto con la atmósfera, contribuyendo al efecto invernadero y al calentamiento global. Frente a estos riesgos ecológicos, las normas relativas al mantenimiento del sistema de climatización se han endurecido, especialmente en lo relativo al reciclaje de los gases.
El antibloqueo de frenos, o ABS, es un elemento de seguridad importante que permite mantener el control del vehículo evitando el bloqueo de las ruedas, y por tanto, permitiéndoles conservar su poder direccional. Cuando las ruedas se bloquean, cualquier acción sobre el volante no surtirá efecto: el vehículo se «desliza» en línea recta, sobre todo en suelo mojado. Con el ABS, es posible evitar una colisión esquivando el obstáculo, incluso durante una frenada de emergencia. El ABS funciona a través de una central hidráulica gestionada electrónicamente que, en una frenada de emergencia, genera una presión intermitente mediante tirones rápidos; algo similar a una frenada por impulsos. El bloqueo seguido de una disminución de la presión en milisegundos permite a las ruedas frenar de manera eficaz mientras continúan girando: el poder direccional y la capacidad de frenada máxima se preservan y las ruedas no se bloquean.