Sus preguntas
Nuestras respuestas
Sí, el convertidor catalítico o catalizador tiene una vida útil limitada y debe sustituirse con frecuencia según las recomendaciones del fabricante, o incluso antes, en función del uso más o menos severo que se haga del vehículo. El catalizador permite transformar o reducir de manera importante los componentes más contaminantes que contienen los gases de escape, y especialmente, los hidrocarburos no quemados: el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y las partículas. Si el catalizador está deteriorado, los componentes nocivos se liberarán completamente a la atmósfera, y en consecuencia, su vehículo dejará de respetar los niveles de contaminación autorizados. Se trata de un elemento prohibitivo en la ITV.
Efectivamente, los faros adicionales antiniebla delanteros permiten obtener un alumbrado más potente en caso de niebla o de lluvia muy intensa. En otros casos, pueden resultar molestos para los demás usuarios. La luz roja antiniebla, muy potente, nunca se debe utilizar en condiciones de lluvia, puesto que deslumbra y resulta muy molesta para los usuarios que circulan detrás de su vehículo. Utilícela únicamente en caso de niebla y apáguela en cuanto las condiciones climáticas mejoren.
Incluso si su aspecto exterior parece perfecto, los neumáticos se desgastan y «fatigan». Los tacos y la banda de rodadura pierden grosor a medida que se recorren kilómetros. Las ranuras, de hecho, pierden profundidad. Los flancos, por su parte, también pueden sufrir un deterioro a veces invisible, debido, por ejemplo, al impacto con un cordón. Un mal paralelismo o un golpe en la llanta también pueden deteriorar el conjunto llanta/neumático y provocar vibraciones. La vida útil de un neumático varía en función de las condiciones de utilización, por ello es importante cambiar los neumáticos en cuanto perciba los primeros signos de desgaste.
El motor es una máquina compleja compuesta por un gran número de piezas en constante movimiento. La mayoría de los elementos que lo constituyen son metálicos, y algunos de ellos rozan unos con otros. Un ejemplo claro es el de los pistones y los cilindros. El pistón, que es un elemento móvil, sube y baja por el cilindro rozando su pared, cubierta por una película de aceite. Sin el aceite, el movimiento y la estanqueidad no serían posibles. El aceite, que permite el «deslizamiento» de las piezas, se carga de micropartículas metálicas con el paso del tiempo. Por este motivo, la película de aceite se quema y se evacúa constantemente a través del escape. Se trata una cantidad ínfima que, después de miles de kilómetros, puede convertirse en decenas de centilitros.
El alumbrado «xenón» es más blanco, ligeramente azulado y con una luz similar a la luz del día. Este tipo de alumbrado es más potente, y su vida útil es de 2 a 3 veces superior al alumbrado con lámparas halógenas clásicas. Los faros de xenón funcionan mediante lámparas especiales de descarga, sin filamento. Se trata de un sistema sofisticado que utiliza un tipo particular de lámparas con electrodos. Estas lámparas contienen un gas poco común, el xenón, que produce un arco eléctrico a alta tensión. Esto garantiza una gran potencia de alumbrado y un confort visual mejorado. Se desaconseja intervenir en este tipo de lámparas a riesgo de sufrir una electrocución: ¡la tensión alcanza los 20.000 Voltios, frente a los 12, 13 o 14 Voltios del sistema clásico! Un profesional calificado se encargará de solucionar el incidente.
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Sí, el convertidor catalítico o catalizador tiene una vida útil limitada y debe sustituirse con frecuencia según las recomendaciones del fabricante, o incluso antes, en función del uso más o menos severo que se haga del vehículo. El catalizador permite transformar o reducir de manera importante los componentes más contaminantes que contienen los gases de escape, y especialmente, los hidrocarburos no quemados: el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y las partículas. Si el catalizador está deteriorado, los componentes nocivos se liberarán completamente a la atmósfera, y en consecuencia, su vehículo dejará de respetar los niveles de contaminación autorizados. Se trata de un elemento prohibitivo en la ITV.
Efectivamente, los faros adicionales antiniebla delanteros permiten obtener un alumbrado más potente en caso de niebla o de lluvia muy intensa. En otros casos, pueden resultar molestos para los demás usuarios. La luz roja antiniebla, muy potente, nunca se debe utilizar en condiciones de lluvia, puesto que deslumbra y resulta muy molesta para los usuarios que circulan detrás de su vehículo. Utilícela únicamente en caso de niebla y apáguela en cuanto las condiciones climáticas mejoren.
Incluso si su aspecto exterior parece perfecto, los neumáticos se desgastan y «fatigan». Los tacos y la banda de rodadura pierden grosor a medida que se recorren kilómetros. Las ranuras, de hecho, pierden profundidad. Los flancos, por su parte, también pueden sufrir un deterioro a veces invisible, debido, por ejemplo, al impacto con un cordón. Un mal paralelismo o un golpe en la llanta también pueden deteriorar el conjunto llanta/neumático y provocar vibraciones. La vida útil de un neumático varía en función de las condiciones de utilización, por ello es importante cambiar los neumáticos en cuanto perciba los primeros signos de desgaste.
El motor es una máquina compleja compuesta por un gran número de piezas en constante movimiento. La mayoría de los elementos que lo constituyen son metálicos, y algunos de ellos rozan unos con otros. Un ejemplo claro es el de los pistones y los cilindros. El pistón, que es un elemento móvil, sube y baja por el cilindro rozando su pared, cubierta por una película de aceite. Sin el aceite, el movimiento y la estanqueidad no serían posibles. El aceite, que permite el «deslizamiento» de las piezas, se carga de micropartículas metálicas con el paso del tiempo. Por este motivo, la película de aceite se quema y se evacúa constantemente a través del escape. Se trata una cantidad ínfima que, después de miles de kilómetros, puede convertirse en decenas de centilitros.
El alumbrado «xenón» es más blanco, ligeramente azulado y con una luz similar a la luz del día. Este tipo de alumbrado es más potente, y su vida útil es de 2 a 3 veces superior al alumbrado con lámparas halógenas clásicas. Los faros de xenón funcionan mediante lámparas especiales de descarga, sin filamento. Se trata de un sistema sofisticado que utiliza un tipo particular de lámparas con electrodos. Estas lámparas contienen un gas poco común, el xenón, que produce un arco eléctrico a alta tensión. Esto garantiza una gran potencia de alumbrado y un confort visual mejorado. Se desaconseja intervenir en este tipo de lámparas a riesgo de sufrir una electrocución: ¡la tensión alcanza los 20.000 Voltios, frente a los 12, 13 o 14 Voltios del sistema clásico! Un profesional calificado se encargará de solucionar el incidente.