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No. El gas de refrigeración, utilizado en el circuito de climatización, se vuelve muy contaminante una vez entra en contacto con la atmósfera, contribuyendo al efecto invernadero y al calentamiento global. Frente a estos riesgos ecológicos, las normas relativas al mantenimiento del sistema de climatización se han endurecido, especialmente en lo relativo al reciclaje de los gases.

Son síntomas que evidencian el deterioro del catalizador o de una sonda lambda. La sonda lambda es un captador, fijado en la línea de escape, que permite enviar una señal al motor para que este regule la mezcla de aire/gasolina de manera óptima. Cuando la sonda lambda está dañada o desgastada, la señal es errónea: el vehículo entra en «modo degradado» y es muy probable que no pueda superar los 50 km/h. La otra causa posible del encendido del testigo es el catalizador. En caso de estar dañado, no podrá transformar las sustancias contaminantes que contienen los gases de escape en sustancias menos nocivas: la sonda lambda puede enviar una señal de alerta al motor, que entrará asimismo en modo degradado. La única solución es sustituir las piezas defectuosas lo antes posible.

Sí, el convertidor catalítico o catalizador tiene una vida útil limitada y debe sustituirse con frecuencia según las recomendaciones del fabricante, o incluso antes, en función del uso más o menos severo que se haga del vehículo. El catalizador permite transformar o reducir de manera importante los componentes más contaminantes que contienen los gases de escape, y especialmente, los hidrocarburos no quemados: el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y las partículas. Si el catalizador está deteriorado, los componentes nocivos se liberarán completamente a la atmósfera, y en consecuencia, su vehículo dejará de respetar los niveles de contaminación autorizados. Se trata de un elemento prohibitivo en la ITV.

Depende del tipo de vehículo, del uso que se haga del mismo y del entorno en el que se utilice habitualmente. En las regiones húmedas o cercanas al mar, por ejemplo, las líneas de escape tienden a degradarse prematuramente a causa de la oxidación. En general, la línea de escape se debe sustituir parcial o completamente cada 8 ó 9 años de uso en condiciones severas. En esas mismas condiciones, un catalizador puede tener una vida útil más corta. El presilencioso y el silencioso, diseñado para reducir los ruidos, también pueden requerir el remplazo a partir de 40.000 km, y rara vez más allá. Las sondas lambda se sustituyen cuando se diagnostica que están defectuosas, sobretodo cuando se realiza el test de polución o cuando se detecta un funcionamiento irregular del motor.

El filtro de partículas o FAP, se monta ocasionalmente en los modelos diésel actuales. Presente en la línea de escape, este filtro un tanto particular, permite bloquear, almacenar y eliminar a alta temperatura las partículas de carbono y los hidrocarburos no quemados presentes en los gases de escape que pueden ser perjudiciales para la salud. Garantiza un funcionamiento muy «limpio» que participa en la conservación del medio ambiente, incluso durante el arranque en frío. El filtro de partículas debe revisarse con frecuencia, puesto que puede saturarse y provocar averías o una pérdida significativa de la potencia. Se trata de una pieza de desgaste cuya vida útil varía en función del uso del vehículo.

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